2.1 Empresa virtual y Empresa virtuosa

 
4.1 EMPRESA VIRTUAL, EMPRESA VIRTUOSA

 
LA EMPRESA VIRTUOSA
Por el momento, en el mundo empresarial el adjetivo “virtual” no significa más que “alianzas y acuerdos estratégicos”7. Pero poco a poco puede irse reconociendo la necesidad de corporaciones en forma de red temporal de empresas independientes unidas por la tecnología informática para compartir aptitudes, costes y acceso a mercados. Desde luego que si eso fuera realizable “virtual” pasaría a significar “el mejor conjunto posible”.




Los modelos de empresa-red son una respuesta bien diferente a las fusiones a la hora de hacer frente a los ritos y transformaciones de los mercados. Seguramente que tendría serias dificultades llevar a cabo el ideal de empresa virtual, pero puede resultar interesante dejar suelta la imaginación para pensar lo que puede significar que el mejor productor se alíe con el mejor distribuidor, el líder en publicidad... No es una pérdida de tiempo imaginárselo porque en el fondo significa sencillamente pararse a pensar cómo ser mejor en cada uno de los sectores de la vida empresarial.
Con otras palabras: si no es posible alcanzar una corporación virtual de empresas, sí es aplicable a una empresa determinada todo lo que se diga de la alianza entre un conjunto de empresas-líder.
.Pues bien, si algo queda claro es que esa empresa ideal está repleta de componentes éticos: limpieza, claridad, confianza, excelencia, veracidad.... Los mismos autores del libro “The Virtual Corporation”, William H. Davidow y Michael S. Malone, lo reconocen: “virtual” significa “virtuoso”.
Poco a poco el lenguaje empresarial se va acostumbrando a utilizar la expresión “virtuoso” como sinónimo de “excelente”. De hecho, llamamos círculo virtuoso a la explicación de cómo la satisfacción del cliente produce mayores beneficios, y esa satisfacción del propietario redunda en inversiones que logran una mayor satisfacción del empleado, lo cual se acaba traduciendo en una mejor dedicación, mejores productos, y una mayor satisfacción del cliente... Ese círculo de calidad es ¡virtuoso!
Vamos a ensayar una tercera aproximación a la idea de que la excelencia empresarial reside en las virtudes. El interés por la ética empresarial ha ido derivando hacia el interés por la ética en las profesiones ya que toda actividad profesional acaba tomando forma de organización empresarial. Por eso, si examinamos algunas profesiones particularmente características, y detectamos los aspectos éticos nucleares que las presiden, en el fondo estaremos acercándonos a los elementos éticos de toda empresa.
LA EMPRESA VIRTUAL
  Cada vez que se escucha la palabra virtual, muchas personas lo interpretan como algo etéreo, o de ausencia estructural y así cuando se utiliza el término virtual para definir o calificar a una empresa, muchos piensan en la absoluta ausencia de estructura, en Internet y en simple trasiego de información.
Y si bien algo tiene que ver la información, sin ninguna duda y además aceptando que Internet ha sido el auténtico catalizador, la empresa virtual es algo más; es en definitiva una estructura organizativa que responde a las necesidades del mercado actual con mayor facilidad que otras estructuras tradicionales, debido a su facilidad de adaptación y por supuesto utilizando las Tecnologías de la Información de forma intensiva.



 La Empresa Virtual no es un concepto nuevo, ya se ha aplicado cuando alguna empresa ha externalizado parte de su proceso de generación de valor, confiando ciertas funciones y actividades a otras empresas con las que colaboraba para completar la mencionada cadena de valor.
Si bien lo expuesto es cierto, no es menos cierto que la formalización del concepto de Empresa Virtual comienza con la organización trébol propuesta por Charles Handy en su libro "The age of unreason" en 1989, posteriormente, ya en la década de los noventa, en 1992 Davidow y Malone en su libro "The Virtual Corporation" presentan su particular visión del tema, escribiendo frases tales como "The virtual corporation began as a vision of futurist,....."y además circunscriben el concepto al periodo de los últimos diez años, esto es realmente a la década de los 80, lo que desvirtúa y desorienta la realidad de la Empresa Virtual.
En los comienzos de 1993 aparece una revitalización del concepto de Empresa Virtual y así aparecen diferentes artículos donde se vuelve a retomar el concepto de Empresa Virtual desde una perspectiva de estructura organizativa.

En la revista Fortune (8/2/93) la denomina Corporación Modular, mientras que el mismo día la revista Business Week la denomina Corporación Virtual y dos días antes, esto es, el 6 de febrero de 1993, la revista The Economist afirmaba, dentro de la misma linea: "La empresa global: RIP".
En el artículo "La empresa global: RIP" de The Economist, aparece una de las definiciones más afortunadas de Empresa Virtual, en la que en general hemos coincidido los estudiosos del tema, considerando la Empresa Virtual como "una red temporal de empresas que se unen para explotar una oportunidad específica de mercado apoyada en las capacidades tecnológicas que componen la red".
En esta definición aparecen los conceptos básicos de lo que es una Empresa Virtual:
el primero es que se trata de una empresa, compuesta por varias en colaboración, aceptando, en principio, cualquier fórmula instrumental, alianzas estratégicas, "joint ventures", UTE´s, subcontratación, "outsourcing", etc.
el segundo es el que cada una de ellas aporta lo que sabe hacer mejor que ninguna otra, a lo que Hamel y Prahalad han denominado "Core business" en su libro "Compitiendo por el futuro", en 1994.
En mi libro "La Empresa Virtual. La estructura Cosmos" publicado en 1998, presento una variante sobre la definición propuesta, aceptando el concepto de red, pero en torno a un núcleo central, lo que permite resolver uno de los principales problemas de la Empresa Virtual, la reducción de los costes de coordinación.

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